En la punta de la pirámide

Buenas tardes!

Por sexta vez desde que vivo en Ingleterra me he acercado a correr el parkrun de Milton Keynes y tan solo quedan cuatro para recibir la camiseta. No pasa semana sin que me pregunte por qué no tendremos este movimiento allí. Casi todo son cosas positivas, gratis, promueve el deporte (todas las semanas 300 personas en cada parque y de todos los niveles), es divertido, te picas un poco, y encima te puedes llevar una camiseta. Sin embargo hay un problema, a pesar de que cada semana hay voluntarios, hace falta alguien que se ponga a organizarlo desde el principio y supongo que costará lo suyo. 

Desde el día anterior me sentía bien, ligero, buen ritmo, descansado... todas esas sensaciones que te dicen que vas a poder dar lo que tienes. Esta vez no corrían el resto de parkruneros más o menos habituales (Íñigo, Jon y Gaizka) así que fuí con uno de los compañeros de andar en bici, un chico de la República Checa que es triatleta.

Trás calentar bien y ponernos en su situación se dío la salida y esta vez mi táctica era clara, control. El hecho de que haya una carrera de 5km como esta todos los fines de semana te permite probar muchas tácticas pero esta vez estaba descansado y en condiciones y había que seguir una lógica. Por este motivo, según se dió el pistoletazo de salida me coloqué en una posición prudente dejando a unas 14 o 15 personas por delante. Son kilómetros suficientes para que pongan a cada uno en su sitio así que sin prisa pero sin pausa fuí incrementando mi ritmo mientras adelantaba gente hasta encontrarme bien y luego acabar fuerte. 

El problema de haber dejado tanta gente por delante es que no sabes en qué posición vas y fué una grata sorpresa cuando llego a la meta y me dicen que tercero. No está nada mal y en cuanto al tiempo, certifiqué que aquel 18:47 no había sido fruto de la casualidad al repetirlo exáctamente.

Varias conclusiones son las que puedo sacar a día de hoy ya en frío y la primera es sobre mi estado de forma. Es bueno, muy bueno, no lo hubiera esperado a principio de año ni por asomo y me he conseguido sorprender a mí mismo pero parece que he tocado otro pequeño tope, creo que he construído ya la cima de la pirámide para la que preparé la base. Esto en absoluto es malo, de hecho es como lo había planeado, ahora vendrán algunas competiciones y a volver a agrandar la base y volver como un loco a la bici. Está previsto que la construcción de mi próxima pirámide finalice a mediados/finales de junio cuando podré disfrutar de las mejores vistas desde la punta.

La segunda conclusión a la que llego es incierta y esta relacionada con el primer objetivo del año, correr 10km en menos de 38 minutos. Haré algunos números que los de letras si queréis os podéis saltar pero que intentaré que sean amenos. Parece díficil hacer 38 en 10km cuando hago prácticamente la mitad en 5km. No parece lógico que pueda aguantar el doble a casi el mismo ritmo pero tengo esperanzas basadas en lo siguiente: En navidad corrí 2 carreras de 9km a un ritmo de 3:54 y según volví al parkrun repetí el mismo ritmo en 5km, por lo que es un buen indicador de que las subiditas del parque (en especial el zig-zag) hacen mella en el tiempo. El fin de semana que viene lo intentaré aunque no será hasta el 18 de marzo en la carrera de la primavera en Donosti donde espero conseguirlo.

En cuanto a la bici, he vuelto a sacarla a pasear trás dos meses en el dique seco. El buen tiempo de este fin de semana ha conseguido recordarme lo que me gusta andar en bici pero esta me ha castigado con un dolor de culo por no sacarla en tanto tiempo.

Un abrazo!