Las alegrías de los demás?¿

Ya sé de sobra que esperáis que escriba nuevas entradas con impaciencia y se os ha hecho larga la espera hasta esta nueva publicación ed Disfrutando del camino. Lo entiendo perféctamente, a mí también me pasaría si no fuera yo mismo el que escribe el mejor blog sobre la faz de la tierra.

Y si no he  escrito desde hace unos días es por una serie de motivos entre los que no incluyo el tiempo ya que siempre he conseguido sacar unos minutos donde no los había para dedicarme a esta página que tanto me gusta y que con tanta ilusión escribo. 

En primer lugar el motivo es claro, no tengo nada que contar y no es que ande falto de inspiración o motivación, simplemente que en el tema deportivo sigo en lo mío. No me apetece aburriros contando los kilómetros que he hecho o he dejado de hacer ni las sesiones que he metido en cada disciplina cada día. Me encuentro en el periodo base de nuevo y me estoy dedicando a meter horas sobre todo en bici y en el gimnasio. No me ha pasado nada alucinante distinto de las salidas con el el "grupo internacional del caos ciclista".

Por otro lado, hay algo que está cambiando mi visión sobre este mundillo. Se trata de un libro. Sabía que debía leerlo, sabía a cuanta gente le había cambiado su visión sobre correr tras hacerlo. Sabía que era bueno, ese libro tenía que tener algo. Estaba claro que no era el típico libro que lees y que te olvidas por muy bueno que sea. Lo compré en inglés y leí hasta la página 60 o 70 a duras penas y no conseguí encontrar nada en él (creo que debido a mi dificultad por el amplio vocabulario empleado). Decidí darle una oportunidad en castellano y entonces me dí cuenta de porqué la gente hablaba tanto sobre él, sobre los hallazgos y la actitud que promueve en lo que al running se refiere. Muchos ya sabréis que hablo de "Nacidos para correr". Tan solo me faltan unas 60 o 70 páginas para terminarlo y no quiero que acabe. Me está haciendo pensar e intentaré plasmar lo que pienso en el blog en cuanto lo vea claro. El libro no trata exáctamente de lo siguiente pero me ha llevado a pensar en ello. Veo día tras día actitudes muy competitivas, que lejos de considerarlas negativas (me encanta competir), ciegan la esencia del deporte y hacen perder el norte muchas veces. ¿qué pasa si corres más lento?¿qué pasa si nadas peor? o mejor aún ¿qué pasa si los demás ven que corres menos que ellos? que te ganan ¿qué pasa si has entrenado día trás día pero eres más lento que otro que entrena la mitad? ¿debes sentirte mal?¿haces deporte o compites en él para sentirte mal? ¿qué actitud debemos adoptar y cual es el punto intermedio? estoy intentando alcanzarlo ya que creo que me he dejado llevar un poco por querer ser más y más rápido, y lo malo no es eso, lo malo es cuando lo que quieres es ser simplemente más rápido que los demas lo que puede deparar en chascos. Creo que una de las cosas más difíciles de alcanzar y a la vez una de las más importantes es ser capaz de alegrarse por los resultados y mejoras de los demás, sin importar que te ganen o no. Cada uno es único y debe sentirse satisfecho por superarse a sí mismo. No hay porqué demostrar nada a nadie.

Cuando sea capaz de asimilar todo, escribiré de nuevo sobre ello!