Una serpiente amarilla de ciclistas causa sensación en la Bilbao-Bilbao!

Como lo oyen señores y señoras. Así fué. Sin lugar a dudas hubo una clara diferencia entre 4 ciclistas del pelotón y el resto. Cuatro peculiares e intrépidos ciclistas dieron la campanada alcanzando velocidades nunca antes alcanzadas por nadie sobro una bicicleta. Y tuve la suerte de ser uno de ellos pero iré paso por paso.

Dado que la salida se daba entre las 8 y las 9 de la mañana, nos plantamos en el parking de zubiarte sobre las 8:30 para salir sobre las 8:45 que finalmente se retrasó a algo más de las 8:50 así que Iñaki y yo, junto con Tavallo, Gorka y Joseba (Estos dos últimos  del Getxotri) nos situábamos en las últimas posiciones. Berasa salió algo antes en solitario y Toro, Gontzal y Xabi esperarían unos minutos más para salir a última hora. Primeros metros y primer percance, la rueda delantera de Tavallo esta alrevés y paramos a cambiarla y ya de paso aprovecho para echar una meadilla y nos ponemos en marcha. Poco a poco y a relevos avanzamos en soledad a unas medias bastante altas pero sin problemas hasta que el Barrika pasa Xabi a la velocidad del diablo y más alante, en Andrakas nos cogen Toro y Gontzal. 

Hasta aquí todo normal pero sin darnos cuenta, había sucedido algo que cambiaría nuestras vidas (quizás algo exagerado, digamos tan solo la carrera). Se había formado la culebra venenosa amarilla liderada por Torino y Gontzal y cubriendo las espaldas Iñaki y yo. Como alma que lleva el diablo superamos a todo el que se ponía en el camino. Requieren especial mención la subida a Unbe capitaneada por Gontzal en la que no pude calcular la velocidad ya que estaba compuesta por tres cifras casi seguro así como endiabladas velocidades alcanzadas por Toro en los múltiples repechos. Además Iñaki aguantaba como un titán sin el más misero síntoma de esfuerzo en su cara al igual que yo, de momento...

La serpiente amarilla sigue su curso dando con Berasa que se une a la misma. De esta forma y sin mucho problema llegamos al avituayamiento (km60) donde repusimos fuerzas pero sin tiempo para hacer una barbacoa y esas cosas que a la gente le gusta hacer, plátano, chocolatina, un poco de agua,... y para delante! vienen repechos y más repechos que superamos sin problemas. No doy ningún relevo pero me encuentro muy fuerte, sin ningun problema para seguir al grupo, incluso creo que llegaré a la meta sin pájara.

Y de repente alguien me llama, ¡despierta Natxo! ha sido un bonito sueño pero ¡vuelve a la realidad ya! y empezaron los dolores de piernas, poco a poco iba pudiendo menos hasta el punto en el que ponerse de pie en la bici era un suplicio. Llegó Gerekiz y me sucedió una cosa que nunca me había pasado, me encontraba bien físicamente pero mis piernas no tenían fuerza, yo antes no era de esos. Se me fué el grupo pero yo seguía adelantando a la mayoría. ya en Morga vino todo junto y me tuve que parar a comer en una curva de aquí al final os lo podéis imaginar.

Valoración más positiva que negativa al encontarrme suficiéntemente fuerte en las distancias en las que pienso competir. Absolútamente normal que no pueda andar 116km si no he pasado de 65 mas que un día en noviembre. Lo importante es que me ha abierto el apetito y caja parece que tengo, es momento de piernas!!